Lo sé, llego tarde, pero mi reciente descubrimiento de Twitter ha cambiado de alguna manera mi vida… Para mí, Twitter se ha convertido en un “google personalizado”, Twitter es difusión, es una puerta abierta al mundo que te interesa, es conexión, es recepción, pero ante todo, Twitter es aprendizaje.
Nunca he prestado especial interés a las herramientas 2.0, pero las continuas alusiones en mi entorno y las repetidas ponencias o charlas a las que he asistido, han removido cierta curiosidad en mí por los famosos blogs y por Twitter.
Mi breve experiencia con estas herramientas ha hecho que me muestre especialmente despierta y receptiva a comentarios de expertos, y lo que he podido aprender es que, en un entorno tan cambiante donde todo está digitalizado y las redes sociales mueven el mundo en cuestión de segundos, la gestión de las mismas es básico, tanto a nivel personal como organizacional.
No creo que sea necesaria una amplia experiencia ni una formación específica para gestionar tus redes sociales. Únicamente ponle sentido común y recuerda que todo lo que pasa por Internet es susceptible de ser visto por mucha gente. Una vez leí que no debías escribir en Twitter aquello que no gritarías a los cuatro vientos en un lugar abarrotado de gente. Por otra parte te diría que no escribas o subas aquello que no querrías que viese una persona cualquiera a miles de kilómetros, o lo que es peor, aquella persona que por nada del mundo querrías que lo vea…
Disfruta de las redes, interactúa, participa, curiosea, pregunta, propón, contribuye con pensamientos, con imágenes, debate y rebate, critíca y defiéndete. Pero ante todo recuerda que entrar es exponerse, siendo la única forma de saber qué se dice de otros y qué se dice de ti mismo. Controla lo que dices y lo que se dice de ti, recuerda que todo aquello que dejes por escrito marcará tu reputación durante mucho tiempo y en un ámbito muy extenso. La clave es esa gestión, la difusión puede ser tu mejor herramienta de marca personal u organizacional pero también puede marcar negativamente tu imagen de por vida.
Las herramientas 2.0 son ya una realidad, La Realidad, y por ello, como cualquier nueva herramienta o cambio, no debes huir de las mismas sino adaptarte y aprender con ellas. Requieren un seguimiento constante, lo que no implica un seguimiento exhaustivo ni por segundo, como tampoco debes obsesionarte con el número de amigos ni seguidores. Para muchos son una vía de escape, incluso de desahogo. Simplemente sácales partido como forma de acercamiento, alcance y eliminación de barreras y, ante todo, interactúa, disfruta y aprende con ellas.
Fuente: Unsplash.com – Eaters Collective
Deja un comentario