Recientemente, he comentado con amigos cómo la cultura arcaica e inflexible de una gran compañía puede acabar con los potenciales talentos de la misma.
Hoy en día, las grandes multinacionales luchan por situarse a la cabeza de las principales redes sociales con el objetivo de llegar a todos los rincones del mundo. A pesar de que la imagen externa de la empresa pueda ser innovación en estado puro, el talento potencial de la organización se enfrenta a sólidas barreras difícilmente traspasables.
En línea con estos comentarios, Grant Cardone, gurú del emprendimiento, ha identificado en la revista Entrepreneur hasta 12 signos que demuestran que tú eres emprendedor.
Entre los supuestos que se identifican, me gustaría hacer hincapié en los siguientes:
Inconformidad: no sigues los mismos patrones ni soluciones que el resto, detectas oportunidades donde otros ven problemas, te mueven los retos y tu objetivo es crear algo que antes no existía.
No puedes relajarte: no paras hasta alcanzar tu objetivo, lo que implica un importante esfuerzo personal. Para ello, debes unirte a expertos que puedan aportarte conocimientos y experiencia dentro del sector.
Te ven como un obsesivo: al igual que muchos grandes emprendedores del mundo, sigue tu instinto y demuestra tu credibilidad a través de la persuasión. Sé valiente y explora nuevas oportunidades.
Te aburres en trabajos y/o compañías “tradicionales”: no eres de los que se resignan ni frustran. Crea algo y haz que los demás se inspiren.
En algunas compañías, la cultura tradicional está tan arraigada que ni el más emprendedor puede cambiarla. Esto resulta en una continua frustración para muchos que luchan por instaurar nuevas ideas y mejorar procesos y productos.
Parece incongruente que una empresa no aproveche el talento interno para sacar partido a sus propias cifras. Sin embargo, la cultura está tan interiorizada que nadie es capaz de cuestionarla.
Es necesario aprovechar y potenciar el talento y el carácter emprendedor. Si esta compañía no lo hace, recuerda que, probablemente, haya muchas otras dispuestas a hacerlo.
Tener madera de emprendedor no implica únicamente crear empresas. Es posible implementar tus dotes emprendedoras como asalariado y sentirte realizado. Ser emprendedor implica ser inconformista, romper el statu quo, aportar nuevas ideas y proyectos, tener visión, inspirar a los demás, probar y errar, volver a probar y acertar y finalmente, crear.
Fuente imagen: Unsplash.com – Sticker Mule
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