Tengo que reconocer que llevaba meses sin ir al cine, pero hace unas semanas vi el trailer de la Teoría del Todo y me embelesó por completo, en ese momento no sé si fue la historia, Eddie Redmayne, o tan sólo la luz y el color que desprendía, pero me pareció maravillosa.
No me decepcionó, más bien me sorprendió y lejos de quedar inmersa en un auténtico drama, me aportó varias lecciones y una energía inesperada. La actuación de Eddie sublime, la historia que narra, conmovedora.
En primer lugar, me hizo pensar en que nunca sabes que hay detrás de unos ojos o de una expresión, no puedes averiguar qué ha vivido una mirada si no ahondas en su interior. La vida de Stephen Hawkins es, sin lugar a dudas, una vida de superación. La vida de la que fue su mujer, es una vida de perseverancia, lucha y confianza.
En segundo lugar, me hizo reflexionar sobre el papel que desempeñan en tu día a día los que te rodean. Cuando en la vida haces frente a determinadas circunstancias, resulta vital la ayuda y el apoyo de los que tienes más cerca. Tanto, que su fortaleza puede resultar incluso más importante que la tuya propia.
La película muestra el afán de superación y las ganas de vivir no tanto de Hawkins sino de su mayor pilar, su esposa, que llegó a sacrificar su vida por sacar adelante a su familia. Y cuantas madres o padres, cuantas parejas, hermanos o hermanas, amigos, se convierten en el pilar fundamental de los que quieren, en su chispa, en su fuente de energía, en sus musas, en su esperanza. Cada cambio que se genera en tu vida, tenga mayor o menos impacto, está impulsado o apoyado por alguien que de verdad se preocupa por ti.
Por ello, pase lo que pase a lo largo de los siguientes años recuerda el trato que merecen hoy aquellos que más te quieren y respetan, puesto que seguro, seguirán caminando a tu lado el resto de tus días, pase lo que pase. Como dicen, “es de bien nacidos, ser agradecidos” y con ello no quiero decir que debamos dar las gracias verbalmente cada día porque, además, la ayuda se presta de forma desinteresada, pero a veces es más valioso cualquier gesto de cariño y agradecimiento, que una sola palabra.
La superación de grandes obstáculos sólo será posible con grandes dosis de esfuerzo, energía y enorme voluntad y optimismo. La vida puede llegar a ser muy injusta y golpearte cruelmente, pero siempre resultará más fácil franquear los problemas, ganar las batallas y pelear por cada respiración.
Beatriz Valero
Imagen: morguefile.com
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