Quizás no sea yo la persona más indicada para dar recomendaciones sobre cómo combatir la pereza y rechazar las excusas absurdas a la hora de cuidar nuestro cuerpo, pero creo que al finalizar la semana y recapitular, suelo haber sido capaz de realizar algunas cosas. No soy de las que se levantan a las 5.00 de lunes a viernes y a las 7.00 los sábados, pero considero que en mayor o menor medida cuido y trabajo cuerpo y mente y voy sacando adelante algunos proyectos personales.
Por ello, me he animado o me he atrevido a daros algunas recomendaciones básicas para poder alcanzar vuestros objetivos, que seguramente no disten tanto de los del resto de la humanidad en cuanto a tres bloques: cuerpo, mente y…sentido común.
Con cuerpo hago referencia a salud, nutrición y deporte. Con mente hago referencia a tu desarrollo personal y equilibrio emocional. Con sentido común hago referencia a aplicar una serie de hábitos y normas básicas para cumplir un objetivo. Y como no quiero escribir un post interminable, he decidido escribirlo en fascículos de manera que publicaré un total de cuatro entradas, una por cada bloque y una cuarta que enlace todos ellos.
Y aprovechando que estamos en pleno verano y, supuestamente, tenemos más tiempo para nosotros, hoy dedicaremos el post a alcanzar nuestras metas entorno al “cuerpo” y a combatir la pereza en este ámbito…quizás el mayor reto.
Básicamente, todo se resume en cuidarse y mimarse mucho, tu cuerpo se lo merece y para ello, te hago mis recomendaciones, aparentemente, más sencillas. Obviamente tú las adaptarás a tu realidad, pero verás que puede ser más fácil de lo que crees:
– Duerme 8 horas: y ahora es cuando me dices que es imposible. Está bien, puede resultar complicado pero al menos, intenta acercarte a este número lo máximo posible. El problema aquí no es madrugar, sino acostarte tarde. Olvida la televisión antes de dormir, decídete por un buen libro y ponte una hora límite o limite de páginas. El clásico “es que no tengo sueño” no es una opción, apaga la luz y relájate, para esto hay técnicas muy diversas y bastante eficaces.
– Levántate con el tiempo suficiente que te permita darte una ducha, desayunar y prepararte con tranquilidad. Si probablemente te espera un día de estrés en el trabajo, ¿para qué empezar aún más estresado? Procúrate energía y añade dosis de optimismo, esto te ayudará a poner foco a lo que haces y ser más eficiente.
– Haz ejercicio físico: En mi opinión, todo un reto convertirlo en hábito, pero como todo, hay que empezar por las pequeñas cosas porque no es lo mismo hacer ejercicio que practicar un deporte. Te recomiendo ambos: utiliza el coche lo imprescindible (ya nos conocemos), camina lo que puedas, sube escaleras, ¡muévete! Y si lo tuyo es salir a correr, en primer lugar, hazlo en la calle, en segundo lugar ponte una meta semanal de número de veces que saldrás a hacerlo.
Pongamos que quieres hacer deporte tres o cuatro días por semana, recuerda que el fin de semana cuenta, podrían ser dos (incluido el viernes). Ahora tienes que sacar uno o dos días más entre semana. Fija al menos un día, por ejemplo los martes, y pase lo que pase comprométete a salir ese día y el restante aplícalo al lunes, miércoles o jueves. Si no eres capaz de lo segundo de forma habitual, por lo menos te garantizarás tres días casi todas las semanas.
– Aliméntate bien: no hablo de dietas adelagazantes. Al tema de la alimentación se suman varios factores (falta de tiempo para cocinar, comidas fuera de casa, presupuesto reducido,etc) pero también ofrece numerosas alternativas (¡existen multitud de alimentos y combinaciones!). No soy experta en nutrición, pero hay principios básicos como las cinco comidas al día, más pescado y menos carne, verduras (al ser posible crudas) alimentos no procesados, etc…que nos sirven de base. El objetivo es comer lo más natural y menos procesado posible, algo que tu cuerpo agradecerá. La alimentación sana también debe transformarse en un hábito. La mejor forma de comprometerte a ello es hacer la compra en base a estos principios, si compras lasaña congelada terminarás comiéndotela, si compras verduras frescas y fruta, también tendrás que comértelas.
Ya tienes tres principios básicos para cuidar tu cuerpo: descanso, ejercicio y nutrición. En el próximo post hablaremos de cómo desarrollar tu mente.
Te propongo que comiences lo antes posible, céntrate en la próxima compra que hagas, en fijar esos tres días para hacer ejercicio y en tratar de incrementar unas horas de sueño.
Beatriz Valero
Imagen: morguefile.com
Joan dice
Buenos consejos y buena época para comenzar a crear hábitos sanos !