Parece que ni el Diccionario de la Real Academia Española tiene clara la respuesta a esta pregunta…Beca se define como la “subvención para realizar estudios o investigaciones” (lo de “investigaciones” y “subvención” son términos en España bastante reñidos, por cierto), sin recurrir a la prestación de trabajo.
Cuando recurrimos a Wikipedia, nos habla de la concepción moderna de becario haciendo mención a la realización de prácticas retribuidas o no retribuidas, con el objetivo de entrar en el mercado laboral. Se relaciona, además, becario con el estudiante que, a cambio de una ayuda económica a su formación, presta su servicio dentro de una empresa.
Tras esta rápida lectura, y teniendo en cuenta nuestro propio concepto de beca en base a la experiencia que hemos vivido, podríamos elaborar una definición del término becario más precisa. Podemos comenzar definiendo qué NO es un becario.
Un becario no es…
- Un espectro temporal que pasa desapercibido y se mantiene entretenido con tareas que no aportan valor alguno para su propio desarrollo ni para el del equipo.
- Un apéndice al equipo que sólo resulta de utilidad en momentos de “crisis” en los que puede poner en marcha sus recursos.
- Un miembro del equipo como cualquier otro en cuanto a responsabilidad o forma de trabajo y, consecuentemente, nivel de reporte.
- Un puesto que meramente hay que cubrir: para el que no se han determinado funciones específicas, ni labores de tutorización, ni feedback periódico.
- Tampoco es: una secretaria, el chico de los recados, el cartero, el copista, encuadernador, grabador de datos…
El becario sí es…
- Un miembro más del equipo en cuanto a implicación e interrelación se refiere.
- Una persona que está aprendiendo y formándose. Por lo tanto, comete errores y no actúa con la misma seguridad que se espera del resto.
- Una persona que requiere a la vez autonomía y supervisión, para potenciar su proactividad, su confianza y su seguridad.
- Un trabajador que tiene la obligación de realizar diversas tareas desde el aspecto más rutinario hasta el más retador.
- Una persona que demanda información, por falta de conocimientos y por necesidad de compromiso.
- Una persona cuyo desarrollo precisa una continua comunicación bilateral y amplia visión del funcionamiento de la empresa.
- Una persona que trata de dar lo mejor de sí mismo, a cambio de formación y aprendizaje,
siendo consciente de su posición y posibilidades futuras.
Lo cierto es que no todas las organizaciones adoptan una u otra visión de la figura del becario. Generalmente, depende de la cultura organizacional y del propio equipo, por lo que, algunas organizaciones se inclinan en mayor medida por la primera versión, mientras que es el propio equipo quien se decanta por la segunda (o viceversa).
Si bien no es mi intención generalizar, cuando además, en la mayor parte de mis experiencias he tenido la oportunidad de vivir la segunda versión de becario, afortunadamente. Aunque todavía hoy hay empresas y equipos que desconocen la labor y el objetivo del apoyo de un becario.
Efectivamente, un becario no es un empleado, para bien y para mal. El desarrollo de un becario implica un equilibrio entre labores propiamente de apoyo y funciones de mayor responsabilidad. El becario demanda implicación dentro del equipo y la propia compañía. Eso sí, esta implicación debe ser promovida por ambas partes (becario y empresa) para, poco a poco, fomentar el aprendizaje y preparar al becario para su desarrollo profesional.
Ya que nuestra experiencia nos muestra que, lamentablemente, en la mayor parte de los casos la beca no desemboca en un contrato, lo verdaderamente importante es que el paso del becario por la empresa sea fructuoso para ambas partes. Al fin y al cabo, el fin último de que existan becas es la formación, el aprendizaje y el desarrollo, pues supone un primer contacto con el mundo laboral para su posterior incorporación en el mercado.
*Para evitar recurrir continuamente a “un/una, becario/a”, se ha tomado la palabra “becario” en el sentido amplio, refiriendome a los jóvenes becarios/as, en general.
Fuente imagen: Unsplash.com – Alexis Brown
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