Beatriz Valero

Reflexiones para inspirar el crecimiento personal

  • Blog
  • Sobre mí
  • Contacto

Contra pereza y excusa: sentido común

20 agosto, 2015 Por Beatriz Valero

A lo largo de las horas de nuestro ajetreado día, decenas de tareas y de gestiones rondan por nuestra cabeza, tratando de poner en práctica muchas de ellas e intentando posponer y no olvidar otras tantas. Vamos de aquí para allá, con nuestra loca y caótica rutina, muchas veces mirando sin ver y oyendo sin escuchar, sin saber cómo hemos andado estos doscientos metros o sin ser conscientes de cómo hemos contestado este correo. Parece que mil pensamientos nos rondan por la cabeza y que montones de quehaceres nos impulsan en cada movimiento. Pensamos en qué vamos a comprar para la cena, en contestar un par de correos atrasados, en hacer una llamada importante, en salir un rato a correr o, incluso a veces, en no hacer nada más que llegar a casa, ducharnos y e intentar acostarnos antes de medianoche.

En numerosas ocasiones, este sentido de urgencia, esta falta de tiempo y esta motivación por cumplir pequeños hitos nos nubla el sentido y nos impide pensar con claridad, pararse un instante, tal vez minutos u horas, para continuar. Nos impide aplicar algo tan aparentemente sencillo como es el sentido común. Algo que, como humanos, llevamos de serie pero que muchas veces hemos dejado apartado.

Cierto es que nuestro tiempo es limitado y nuestra capacidad de organización también. Por ello, es importante ponerle cierto orden a nuestro día a día y tratar de no angustiarnos. Hay multitud de técnicas y de herramientas para organizarnos y poder llevar a cabo nuestros objetivos. Pero hay un herramienta clave y más sencilla que no siempre ponemos en práctica para organizarnos y es, precisamente, ese sentido común del que hablábamos.

Se trata de ponerle foco a tu día a día y, en general a tu vida. Parece algo absurdo e incluso fácil, pero podemos ir caminando a trompicones sin rumbo y apenas siendo conscientes de ello. A veces es cuestión de, como decíamos en el anterior post de “Contra pereza y excusa”, tomarse un tiempo individual para la relajación y la inspiración, un tiempo que nos ayude a ordenar mentalmente todo lo que nos ronda en la cabeza y a establecer prioridades.

El estrés al que nos vemos sometidos y la escasez de tiempo nos hace actuar por impulsos, sin pararnos a pensar en para qué estamos haciendo esto o lo otro. Probablemente, si tomásemos un par de minutos para pensar el para qué de esa tarea, nuestras prioridades, e incluso nuestra carga de trabajo, cambiarían de manera considerable. Para ello, es recomendable hacerse preguntas del tipo “¿para qué quiero hacer esto?”, “¿qué valor añadido me aporta hacerlo?”, “¿cuáles serían las consecuencias de no hacerlo?”. Y quizás, con estas simples preguntas tengamos más claros nuestros siguientes pasos.

Lamentablemente, no vamos a pararnos minutos a reflexionar antes de actuar por cada tarea o acción diaria. La rutina nos hace actuar instintivamente, pero debemos dedicar cierto tiempo semanal a vaciar y despejar nuestra mente, revisar nuestros objetivos y reenfocarlos. Y para esto, necesitamos trabajar en algo que nos cuesta un poquito más, necesitamos trabajar en pensar.

Mi recomendación para pensar, para encontrarle sentido a lo que hacemos, no es tumbarse en el sofá media hora el fin de semana con la televisión de fondo. Para reencontranos necesitamos estar libres de distracciones, y reflexionar sobre si nuestras acciones nos llevan al objetivo que buscamos. No importa si el camino nos está desviando de la ruta, puesto que siempre es posible redirigir el rumbo, pero sí es importante poder divisar el foco de luz al fondo y, sobre todo, disfrutar a cada paso. Las obligaciones tienen que estar ahí, pero la vida también es algo más que eso y aquí también juega un papel importante el sentido común. El sentido común no sólo se aplica a nuestra rutina laboral o nuestras responsabilidades y deberes personales, sino que el aprovechamiento, experimentación y disfrute de la vida misma deber ser interiorizado como algo lógico y que forma parte de nuestra razón de ser.

Beatriz Valero

 

Imagen: morguefile.com

También te puede interesar:

  • Contra pereza y excusa: plan de acciónContra pereza y excusa: plan de acción
  • Pausar para resetearPausar para resetear
  • Contra pereza y excusa: cuida tus emocionesContra pereza y excusa: cuida tus emociones
  • Nuestra verdadera motivación nos iluminaNuestra verdadera motivación nos ilumina

Archivada en: Bienestar y salud, Desarrollo personal Etiquetada con: Desarrollo, Motivación, Objetivos, organización, pasión, Satisfacción personal

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

BEA VALERO

Comparto mis reflexiones, ideas y aprendizajes para estimular el desarrollo personal desde una visión humana y también profesional. Me dedico a las Personas, mundillo más conocido como Recursos Humanos

¡Sígueme en Redes Sociales!

  • Instagram
  • LinkedIn
  • Twitter

Suscríbete




Aprende más sobre:

FORMACIÓN Y APRENDIZAJE
DESARROLLO PERSONAL
CARRERA PROFESIONAL
BIENESTAR Y SALUD
MARCA PERSONAL
RECURSOS HUMANOS
EDUCACIÓN

Copyright © 2017 beatrizvalero.es · Todos los derechos reservados
Contenidos por Beatriz Valero | Privacidad y Protección de Datos | Política de Cookies | Aviso Legal