Beatriz Valero

Reflexiones para inspirar el crecimiento personal

  • Blog
  • Sobre mí
  • Contacto

Nunca es tarde para cambiar de carrera

25 enero, 2018 Por Beatriz Valero

 

En los últimos años vengo observando cómo muchas personas se sienten absolutamente “presos” de su carrera profesional, viendo su futuro más como un lastre que como un escenario de oportunidades. Se sienten perdidos, aburridos e incluso vacíos, avanzando tan sólo gracias a un piloto automático que se activó hace años, cuando apenas eran unos chavales y tuvieron que tomar sus primeras decisiones de futuro.

Brújula marcando el rumboCambiar de carrera a mitad de tu vida (laboral) posiblemente era algo impensable hace 30 años. Hoy por hoy, las nuevas generaciones lo consideran algo necesario, quieren cambiar constantemente, conocer nuevos campos, reinventarse e incluso cambiar el rumbo de su vida y dar un giro de 180 grados. Pero algunos aprendimos que la carrera de la universidad es lo que marcaría nuestro trabajo y, por lo tanto, nuestro futuro.

Cuando todavía iba al colegio con mi mochila verde de Mickey Mouse, ya sabía que iría a la universidad, estudiaría una carrera y me dedicaría a ello toda mi vida (no hablemos de boda, hipoteca, etc). Por eso, cuando con 16 años tuve que decidir qué estudiar en bachillerato, ya estaba pensando qué estudiar en la universidad y cuando con 18 tuve que elegir mi carrera, ya sabía en qué iba a trabajar los próximos 50 años. Nada de lo previsto se cumplió y, a día de hoy, no tengo claro que nada de lo previsto hoy se cumplirá mañana. Y esto me ayuda, por un lado, a visualizar el futuro como algo alentador y, por otro, a no ignorar aquello que resuena en nuestro interior.

Lamentablemente, a veces querer apostar por lo que verdaderamente te llena y dedicarte a aquello que te motiva, ya sea cambiar de carrera o de actividad, tiene muchas implicaciones y la peor de todas es el miedo. Miedo a no saber cómo hacerlo, a hacerlo mal, a perder una estabilidad, a tener conversaciones difíciles con mi entorno, a no tener los recursos, a “perjudicar” a mi familia…Pero, ¿y qué hay del miedo a vivir frustrado? ¿Qué hay del miedo a dedicar tu vida a algo que no te motiva? Y a pensar ¿”y si lo hubiese intentado”?

De la misma manera que cuando elegiste tus estudios no tenías ni idea de lo que se te venía encima, ni de lo que conocerías en los siguientes años, tampoco sabías cómo evolucionaría tu carrera profesional y cómo encajarías ahí tú y tus circunstancias personales.

Si alguna vez te planteaste cambiar de carrera formativa e incluso dejarla, seguramente te pareció un drama. No habías cometido un error, ni tampoco estabas decepcionando a nadie. Simplemente tomaste una decisión con muy poca información, bajo unas circunstancias y modo de ver la vida muy diferente. Lo mismo puede ocurrirte ahora y, aunque consideres que las condiciones son mucho más complicadas, que tus decisiones no sólo te afectan a ti, debes pensar qué necesitas tú para ser feliz y qué quieres hacer, porque tu infelicidad también arrastrará a otros.

Por ello, has de hacer algo. Y ese algo son dos cosas: poner foco y planificar acciones:

  • Poner foco es tener un objetivo claro, identificar qué es lo que verdaderamente te motiva, hacia dónde quieres ir, dónde te visualizas en los próximos años. Para ello, date tu tiempo, macéralo, analízate, mira en qué momentos y haciendo qué te has sentido más feliz, trata de encontrar conexiones. Evita precipitarte y “dar palos de ciego”, sobre todo por tu propia tranquilidad emocional. Si decides cambiar de carrera e incluso darle una vuelta a tu vida, primero has de tener claro hacia dónde vas a dirigirte, después tendrás tiempo de trabajar el camino.
  • Planificar acciones es básicamente hacer un plan de “cosas” y tiempos. Necesitas moverte. Puedes decidir mandarlo todo al garete y empezar de cero. Pero si te decantas por algo menos radical o arriesgado, puedes empezar “sembrando” poco a poco para recoger en los próximos años (por ejemplo: formarte, ir adquiriendo contactos, tratar de colaborar en determinados proyectos, etc). E incluso puedes ser más conservador y decidir complementar dos actividades hasta que des el paso (por ejemplo: dedicar parte de tu tiempo a un blog).

El foco y las acciones son una fuente de motivación y una palanca para seguir avanzando. Además, tener un plan nos aporta seguridad y ayuda a combatir esos miedos de los que hablábamos.

Dicen que Walt Disney dijo “pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”. Y es que cada pequeño pasito cuenta.

A veces pensamos que la vida va de tomar grandes decisiones que marcan el rumbo de nuestra vida y pensamos constantemente en el impacto que tendrán en los que nos rodean, en el dinero, en lo que creemos que está bien y lo que está mal… Pero nos olvidamos de que aquellas mini decisiones del día a día, cada pequeño paso que damos, cada acción o comportamiento, es lo que verdaderamente cuenta y lo que hace el cambio. Y lo que es más importante, nos olvidamos de quién somos nosotros en realidad, qué es lo que nos hace sentir plenamente llenos y qué es lo que contribuye a nuestra felicidad y, por tanto, a la de los que nos quieren.

Si estás en este momento, tómate tu tiempo para “dibujar” ese lugar al que quieres llegar. Una vez que tengas la foto, puedes comenzar a poner en marcha pequeñas acciones como peldaños de una escalera hacia un futuro apasionante.

 

Beatriz Valero

 

Imagen: Unsplash.com

También te puede interesar:

  • El silencio que grita. Acoso escolarEl silencio que grita. Acoso escolar
  • Oportunidades y decisiones, otro año de aprendizajeOportunidades y decisiones, otro año de aprendizaje
  • El líder experienciadoEl líder experienciado
  • ¿Qué es talento? Talento eres tú, mamá¿Qué es talento? Talento eres tú, mamá

Archivada en: Carrera profesional, Formación y aprendizaje Etiquetada con: Autoconfianza, Formación, Gestión del cambio, Motivación, Toma de decisiones

Comentarios

  1. Laura dice

    29 enero, 2018 en 9:55 pm

    Bravo! Verdad como un puño perfectamente desgranada… me encantaría conocer a alguien que dijera que nunca se le ha pasado por la cabeza lo que cuentas.. enhorabuena, es un placer leer como describes pensamientos comunes que no son nada fáciles de plasmar en unas líneas 🙂

    Responder
    • Beatriz Valero dice

      17 marzo, 2018 en 7:52 pm

      Gracias Laura…creo que todos deberíamos de parar en algún momento de nuestra vida para preguntarnos si lo que estamos haciendo es lo que verdaderamente queremos. Un abrazo enorme

      Responder

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

BEA VALERO

Comparto mis reflexiones, ideas y aprendizajes para estimular el desarrollo personal desde una visión humana y también profesional. Me dedico a las Personas, mundillo más conocido como Recursos Humanos

¡Sígueme en Redes Sociales!

  • Instagram
  • LinkedIn
  • Twitter

Suscríbete




Aprende más sobre:

FORMACIÓN Y APRENDIZAJE
DESARROLLO PERSONAL
CARRERA PROFESIONAL
BIENESTAR Y SALUD
MARCA PERSONAL
RECURSOS HUMANOS
EDUCACIÓN

Copyright © 2017 beatrizvalero.es · Todos los derechos reservados
Contenidos por Beatriz Valero | Privacidad y Protección de Datos | Política de Cookies | Aviso Legal